Un estudio con participación española identifica que gran parte de los artículos retirados de las revistas científicas proceden de empresas que venden la autoría al mejor postor
Compartir los resultados forma parte de la esencia del método científico. Investigar no sirve de nada si los descubrimientos no se difunden entre los expertos para que otros colegas puedan confirmar o refutar los hallazgos y continúen poniendo nuevos ladrillos en el edificio del conocimiento. Los artículos publicados en revistas especializadas son esas piezas clave que dan sentido a todo el sistema. Por supuesto, pueden contener errores y, de hecho, la ciencia se caracteriza por estar en permanente revisión. Sin embargo, al menos se presupone que están hechos con la mejor intención en busca de la verdad. ¿Qué ocurriría si no fuera así?
En los últimos años, se ha detectado un retorcido fraude
científico: existen entidades que producen manuscritos científicos
falsos por encargo, publicaciones que muestran estudios que nunca se han
realizado. Estas empresas, que ya se conocen como "fábricas de
artículos", consiguen colar en prestigiosas revistas trabajos que solo
sirven para engordar el currículo de sus autores, que en realidad no han
participado en su elaboración. Ahora, una investigación muestra que la
dimensión de este fenómeno es realmente preocupante, porque detecta que el 21,8% de los artículos retirados de revistas científicas en 2021
fueron retractados debido a este tipo de engaño. El porcentaje es
llamativo, porque generalmente cuando se rechazan estos trabajos
anteriormente admitidos y publicados no se suele especificar que este
sea el motivo, ya que es muy difícil de probar. (...)
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